Dieta Adkins: ¿Es saludable? Te contamos en qué consiste

Aunque las dietas restrictivas pueden aportar ciertos beneficios al organismo, deben seguirse con mucha precaución. La dieta atkins, por ejemplo, propone cortar (o reducir) el consumo de carbohidratos, lo cual es muy útil para quienes necesitan perder peso. Pero, ¿es realmente beneficioso y se puede recomendar para la vida diaria? Para aclarar esta cuestión, sigue leyendo este post.

¿Qué es la dieta Atkins y cómo funciona?

Al igual que otras dietas restrictivas, la dieta Atkins propone la eliminación de ciertos alimentos y el aumento del consumo de otros para alcanzar determinados objetivos. La dieta atkins fue creada en 1972 por el cardiólogo Dr. Robert c. Atkins. Es rica en grasas y baja en hidratos de carbono. Por eso también se la conoce como la dieta de las proteínas. Es un tipo de dieta cetogénica, que induce a la cetosis, un proceso en el que, debido a la falta de carbohidratos, el organismo comienza a descomponer la grasa para producir energía. Por esta razón, se ha hecho popular como dieta para perder peso.

La idea es tener un mayor consumo de alimentos ricos en grasas y proteínas, que proporcionan saciedad durante más tiempo. La dieta también asegura el uso de la reserva de grasa del cuerpo como fuente de energía, en ausencia de alimentos ricos en carbohidratos, que suelen tener esta función. Se divide en 4 fases. La restricción de hidratos de carbono, sobre todo, es muy severa en los primeros días, y se permite el consumo de proteínas y grasas de cualquier tipo.

¿Puede la dieta atkins aportar realmente beneficios?

Aunque promete una quema de calorías más rápida, la dieta Atkins, según el caso, puede ser mala para la salud, sobre todo cuando se hace sin supervisión. Es importante tener cuidado con este tipo de dieta. Antes de poner en práctica esta dieta, es importante tener en cuenta algunos riesgos que puede provocar, como: aumento del colesterol, que puede aumentar las posibilidades de un evento cardiovascular; posible aumento de la urea, que puede comprometer el funcionamiento de los riñones; al limitar demasiado la dieta, una dieta no supervisada también aumenta los riesgos de desnutrición de vitaminas y minerales importantes.

Si el objetivo es seguir la dieta Atkins, para que tenga éxito, es importante estar controlado por un nutricionista. Además, la restricción de carbohidratos no puede ser tan severa y la eliminación de productos ultraprocesados (pobres en nutrientes) es esencial. Los alimentos y las grasas deben elegirse por su calidad nutricional y deben realizarse exámenes periódicos para controlar las funciones.

La dieta Atkins modificada es una versión más saludable

¿Sabías que el formato original de la dieta Atkins era un poco cuestionable y, por esta razón, tuvo que ser cambiado con el tiempo? Te explicamos bien cómo se produjo este proceso:

El formato de la dieta inicial restringía mucho el consumo de frutas, verduras y hortalizas y permitía el consumo libre de alimentos como el tocino, los embutidos y la manteca de cerdo. Así, eliminó las fuentes de protección de los alimentos y estimuló el consumo de varios que pueden causar daños a nuestro organismo. Por ello, se modificó debido a las recomendaciones de restringir las grasas en la dieta, especialmente las saturadas, ya que este exceso se asocia a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.

El término actual utilizado para referirse a este nuevo formato es la dieta Atkins modificada que, con seguimiento, ha demostrado una mejora en los casos de epilepsia y convulsiones. Principalmente en niños, ha aportado buenas respuestas en el tratamiento con un mayor control y reducción de las convulsiones. Como también se utiliza para ayudar a la pérdida de peso, por todas las complicaciones que puede acarrear un cambio dietético de este nivel, es imprescindible un seguimiento médico y nutricional.

Cuando el objetivo es quemar grasa corporal, lo más importante es hacer un cambio de hábitos. En el caso de la dieta Atkins (que puede aplicarse, siempre que la siga un nutricionista) hay algunas pautas necesarias: la recomendación más importante es excluir sólo los carbohidratos refinados, como las harinas y los azúcares, y los cereales. Se mantiene el uso de frutas, verduras y hortalizas, y se incluye carne y grasas en mayor cantidad, procedentes de aceites y leche de coco, mantequilla, nata y crema agria. Como algunas de estas grasas son saturadas, es importante estar acompañado por un nutricionista, para que estén dentro de una recomendación diaria adecuada.

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Acerca de la autora
Mi nombre es Susana Rojas. Soy licenciada en Fisoterapia por la Universidad de Cádiz, y desde siempre me han apasionado todos los temas relacionados con la salud y la vida sana. Es por ello que decidí crear este blog con la finalidad de compartir mis conocimientos, compartir vídeos recomendados y resolver dudas, así que si tienes algo que preguntar o que añadir, puedes hacerlo en los comentarios :)

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